Contaminación ambiental es lo que ha dejado en cuatro décadas la Refinería

Salina Cruz, Oaxaca. Reconocieron que para los habitantes de las agencias de Boca del Río y Ensenada la Ventosa han sido 40 años de contaminación provocada por Petróleos Mexicanos desde la construcción de sus 28 plantas desde el año de 1975.
Tan solo Boca del Río es la agencia que se ubica a 50 metros de las instalaciones petroleras en donde sus habitantes se han acostumbrado a ver enormes flamas que provienen de la Refinería, además de múltiples accidentes y enormes bocanadas de humo que emanan de las fumarolas y los quemadores.
Para Roberto Matamoros habitante de la agencia municipal, reconoció que ya están acostumbrados a escuchar, oler y vivir la adrenalina de no saber cuándo habrá una explosión mayor que atente contra su integridad física.
“Solo basta ver entre las 05:00 y 06:00 horas una neblina de humo negro y blanco que emana de la Refinería que se genera en los alrededores del pueblo provocando una contaminación que para nosotros es veneno puro que respiramos”, expresó.
No obstante, dijo “ya estamos acostumbrados a todo lo que provenga de la Refinería nos asusta un poco saber qué pueda pasar en un futuro”.
La contaminación no solo al aire no solo ha sido una de las principales afectaciones que aqueja al pueblo de Boca del Río, también está la que sufre la laguna y el mar donde estas familias se dedican a la actividad pesquera.
De hecho, los pescadores y habitantes de Ensenada la Ventosa también se han quejado de la enorme contaminación que han padecido durante cuatro décadas por parte de la paraestatal que afecta de forma directa sus actividades que ellos desarrollan de forma cotidiana.